Dios te ve
Las primeras horas de la mañana pueden ser dolorosas para mi amiga Alma, una madre soltera con dos hijos. Ella dice: «Cuando todo está en silencio, las preocupaciones salen a luz».
Lo común y corriente no existe
Cuando Anita murió mientras dormía, a los 90 años, la tranquilidad de su partida reflejó la de su vida. Al quedar viuda, se había dedicado a sus hijos y nietos, y a ser amiga de las mujeres más jóvenes de la iglesia.
Lo único que necesitas
Sentada a la mesa del comedor, contemplé el caos feliz que me rodeaba. Tíos, primos y sobrinos disfrutaban de la comida y de estar juntos. Yo también lo disfrutaba. Pero un pensamiento me traspasaba el corazón: Eres la única mujer aquí sin hijos, sin una familia que pudiera llamar propia.